El proyecto de Pili García abandera la calidad de los productos locales
17 Nov 2017
Es imposible recorrer la céntrica plaza de Vigo y no sorprenderse de la transformación de uno de los históricos palacios de la cocina ribeirense, el renovado Penín Xantares do Mar. La autora del que ya se ha constatado como un exitoso golpe de timón se corresponde con el nombre de Pili García Pego. ¿Su secreto para contar a diario con 50 comensales? Salvaguardar la reputada calidad de cada producto, pero innovando para que también cada plato sea único.
La pasión de García por los fogones fue algo que prendió su marido, Ignacio Gago Ayaso, con décadas de experiencia en el sector gastronómico. Parte de la decisión del matrimonio de apostar por un concepto de elaboración de comida poco asentado en la zona fue fruto del otro local que Gago regenta en el municipio. «Nos gustaba la situación del Penín y la fama que se había ganado a pulso, pero llegué con la idea de que había que diversificar y no hacer lo mismo de siempre», explicó la también jefa de cocina.
La renovación
Para materializar el sueño en el que Pili García invirtió incontables horas de esfuerzo, elaborando modelos de cartas y escudriñando a los proveedores con mejor producto, también fue necesario cambiar por completo el local. Por eso el diseño y la estética que ahora brilla entre las paredes del restaurante Penín evoca a los motivos náuticos y del mundo del mar. Sin embargo, la prueba de que esa apuesta no se ha quedado en la pintura del local está en el sabor de cada pescado y cada marisco servido.
«Lo que me encanta es innovar. Mi meta no es solo la de que acuda más gente, sino que se valore cada plato y el esfuerzo depositado en él», explicó la responsable del Penín, para destacar que ese objetivo les ha llevado a recorrer diversos puntos del país para aprender y empaparse de las nuevas tendencias culinarias. Necesariamente, también conllevó la renovación de toda la cocina, ahora equipada con electrodomésticos de última generación.
De esta forma, Pili García ha dado un vuelco a la comida que suele verse por la comarca. Por eso jamás verán calamares fritos o pulpo á feira en Penín, en su lugar llegarán pasados por la plancha, los primeros acompañados de cebolla confitada y el segundo con una emulsión de pimentón con puré de calabaza.
Pero si en algo sobresale la firma de esta profesional de la gastronomía, además de en la bella presentación de la comida, es en la dosis de perfeccionismo que aplica en cada jornada de trabajo. Aunque el restaurante va viento en popa, García no baraja la opción de dejar las cosas como están: «A veces tienes que arriesgar, no puedes quedarte quieta, por eso me gustaría introducir el menú degustación en el futuro».
Y es que la clave del Penín está en propuestas exclusivas como el foie de pato con higos pasos al Pedro Ximénez. Porque la originalidad es su mejor sabor.
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